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Rodny Martinez

Drenaje y detoxificación con homeopatía



Hoy día, en las sociedades desarrolladas vivimos rodeados de sustancias que en exceso pueden resultar tóxicas y que nuestro organismo necesita poder eliminar: los cosméticos (plomo en los pintalabios, tintes, etc.), la comida procesada (conservantes, colorantes, etc.), la contaminación de la atmósfera, del agua y de los alimentos (mercurio en el pescado, plásticos de los envases, herbicidas y fertilizantes, productos de limpieza, etc.) y los propios fármacos y sus excipientes. Todos ellos en cantidades aceptables en condiciones normales, tal como marcan las autoridades. Lo que pasa es que se suman los unos a los otros y dejan de ser tan aceptables, y la combinación de unos y otros a veces resulta más nociva que cada uno por separado.

Nuestro organismo posee la capacidad natural de neutralizar y eliminar esas toxinas a través de procesos que las hacen menos tóxicas, las aíslan o favorecen su eliminación. El organismo hace un gran esfuerzo diario por eliminar el exceso de sustancias tóxicas, pero ante un exceso de toxinas, es posible que nuestros “filtros” y nuestros órganos detoxificadores no den abasto. Cuando sobrepasamos la capacidad natural de eliminación, empezamos a acumular los desechos que no podemos evacuar, apareciendo entonces síntomas y enfermedades. A ello se suma que a veces la capacidad de nuestro organismo para deshacerse de los contaminantes se ve reducida, ya sea porque nuestros sistemas eliminadores (riñón, hígado, intestino, piel) funcionan peor o simplemente a un ritmo insuficiente, o porque hemos gastado demasiado algunas de las sustancias (oligoelementos, vitaminas, enzimas) que no recuperamos lo suficientemente rápido mediante la alimentación (el brócoli de antes no tiene los mismos nutrientes que el actual, por los cultivos intensivos que agotan la tierra y por las sustancias usadas para promover el crecimiento y evitar las plagas). Tenemos que “dar un respiro” al organismo de vez en cuando, dándole tiempo para hacer una limpieza profunda o apoyándole con sustancias que le ayuden a realizar esa limpieza.

Llamamos drenaje (depuración, detoxificación) a la canalización de las toxinas que perjudican y bloquean al paciente a través del órgano especializado en su eliminación. Estas toxinas pueden provenir del exterior como hemos visto, pero también del interior (endotoxinas) generadas por el propio organismo durante sus procesos metabólicos. Los órganos más importantes que efectúan esa labor son en primer lugar los filtros naturales, como el hígado y los riñones, que además se acompañan del intestino, de la piel y las mucosas. El drenaje ayuda a efectuar una tarea de limpieza más eficaz, para ayudar a un restablecimiento más rápido y completo de la persona. El drenaje mejora el pronóstico al promover la acción canalizadora de las toxinas y su eliminación por las vías previstas.

Lo que es quizás menos conocido por la gente es que los propios medicamentos homeopáticos, usados adecuadamente, son también muy útiles para el drenaje y quizás, el mejor complemento a su tratamiento individualizado. Su indicación y su efecto son muy precisos sobre el órgano deseado, son factibles incluso en personas frágiles o muy sensibles a sustancias, y los que menos pueden interferir con el tratamiento de base, sea homeopático o convencional. Por tanto, los medicamentos homeopáticos se pueden usar de manera individualizada teniendo en cuenta los diferentes perfiles y constituciones de pacientes, de modo sintomático y también por su efecto drenador, regulador emocional, equilibrador intestinal, quelante (eliminación de metales) que son abordajes habituales en la medicina integrativa.

En el caso de su aplicación en el drenaje, se pueden usar las mismas sustancias habituales de la fitoterapia, pero en su preparación homeopática que tiene algunas ventajas como por ejemplo evitar interacciones. Sin embargo, lo mejor es usar medicamentos específicos según su indicación homeopática. Hay medicamentos de uso muy común y fácil manejo, y otros para cuyo manejo es conveniente recibir formación específica. El efecto de los medicamentos homeopáticos puede ser muy rápido, pero en todo caso se adapta a la necesidad y capacidad del paciente ya que actúa de manera reactiva. En la práctica, podremos usar sólo un drenaje homeopático, como hacemos con otros drenajes. También podemos complementar el drenaje y el tratamiento individualizado, pues cada uno apoyará al otro y obtendremos los mejores resultados.

Como es mucho más conocido el uso de fitoterapia (medicamentos o productos a base de plantas medicinales), uno se puede preguntar para qué pasarse a los medicamentos homeopáticos, y es fácil responder:

  • La homeopatía ofrece una especificidad muy alta sobre el tejido o el órgano, lo que permite una eliminación controlada de toxinas.

  • Al utilizar diluciones homeopáticas evitamos las agravaciones que a veces se producen cuando utilizamos drenajes a dosis fitoterapéuticas. Todos conocemos la acción de drenaje tan importante de la alcachofa y el rábano negro, pero también dan reacciones, a veces tumultuosas, en la piel como erupciones pruriginosas y otras veces intestinales, como diarreas. Si ese mismo drenaje lo hacemos con medicamentos homeopáticos como Chelidonium 5CH, llegaremos al mismo resultado y no tendremos reacción en piel e intestino, o en todo caso, queda muy atenuada. Otra posibilidad es dar el drenaje homeopático previo, antes de efectuar el drenaje fitoterapéutico, para evitar este tipo de reacción.

  • Los medicamentos homeopáticos no interaccionan con otros tratamientos, lo que resulta especialmente importante en pacientes como los oncológicos, pero también todos los polimedicados (toman varios medicamentos).

  • Se toleran mejor por pacientes muy sensibles a cualquier producto o fármaco, y por los pacientes frágiles que pueden tolerar peor una eliminación brusca de toxinas.

Algunos de los principales medicamentos homeopáticos de drenaje:

  • Drenaje hepatobiliar: Chelidonium, Cardus marianus, Phosphorus

  • Drenaje renal: Berberis, Solidago, Sarsaparrilla

  • Drenaje de la piel: Calendula, Avena sativa

  • Drenaje de sistema nervioso y emocional: Nux vomica (estimulantes), Opium (sedantes), Ignatia, Staphysagria.

Como conclusión, ante la sobrecarga de toxinas que incorporamos al organismo, es interesante reducir la exposición a las mismas (hábitos de higiene, descanso y alimentación) y también apoyar su depuración con sustancias que faciliten de drenaje. Entre ellas, los medicamentos homeopáticos tienen ventajas que merece la pena aprovechar.

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